El auge de la violencia juvenil

Las agresiones gratuitas registradas durante las últimas semanas por parte de jóvenes en Zaragoza no son un hecho aislado. Conductas similares se producen en otras ciudades y países con características comunes: la intolerancia y el desprecio a lo distinto. El auge de la violencia y el retroceso a valores primarios como alternativa a la cultura y a la solidaridad es motivo de honda preocupación en todos los estamentos sociales.

Las agresiones no son en ningún caso individuales, sino apoyadas en el grupo, "amparadas en la masa", como puntualiza Lacruz, quien añade que es la expresión del "salvajismo de la horda como regresión a valores primarios y como resultado de un nivel cultural muy bajo".

El psicólogo destaca la importancia que se da a los sucesos en las televisiones, incluidas las generalistas, desde hace un par de años, "pero no se cuida del contenido informativo de los mismos, sino que sólo sirven como movilización de carnaza, a la que los usuarios debemos de estar muy atentos, porque contribuyen a la exacerbación social y a la crispación".

La ideología que transpira la mayoría de estas agresiones es clara: "La exclusión del otro por su raza, color o estética. La discriminación prima sobre la integración en algunos grupos, como los skinheads, para quienes los valores de los otros constituyen una provocación", sintetiza Lacruz.

Fernández insiste en la necesidad de denunciar para que actúen las instituciones. Considera que la sociedad "tiene que tomar conciencia de que la violencia está instalada", una opinión en la que también incide Lacruz: "Dentro de cada ciudadano hay una alimaña y sólo la cultura puede vencer a ese instinto primario".